Una interrogante que acompaña siempre a nuestros clientes y que, incluso, vemos frecuentemente en muchísimas marcas importantes ¿Es realmente necesario? La respuesta es sí. Por varios motivos.

El primero es que, si el cliente ya conoce el valor del producto, te está escribiendo porque le interesa y puede pagarlo, evitando que realice una consulta previa y que pueda perder el interés si su duda no es atendida rápidamente.

Por otra parte, cada vez que te contactan la posibilidad de convertirse en una venta es mucho más alta, evitando que este cliente potencial acuda a la competencia.

Y esta lógica aplica para cualquier canal digital en el cual quieras promocionar tus productos: mientras más directo y rápido sea el proceso, más factible es que el usuario potencial de el paso a la compra final.